Hace algunos años le pregunté a un argentino por qué los cortes de su país saben mejor, el respondió “las vacas argentinas son más felices, tienen más espacio para pastar y son mimadas sin parar”. Por poner otro ejemplo, en la ciudad de Kobe, Japón, se producen un ganado vacuno llamado wagyu ("vaca negra"), del cual se obtienen algunos de los mejores, más cotizadas y más caros cortes del mundo. En Kobe se crían sólo entre 5 y 15 vacas por granja, como si fueran príncipes: les dan de beber sake y cerveza, las masajean, las bañan con sake y les ponen música. ¿El resultado? Carne con poca grasa, sabor suave y textura delicada.
Tras recorrer un pequeño pedazo del mundo culinario, comprobé que realmente las vacas felices son las más sabrosas. Pero… ¿y si esto se traduce al mundo laboral?, ¿será que las vacas felices son más productivas? ¡De eso no cabe duda!
Quizás la falta de productividad en nuestro bonito país está directamente relacionada a la falta de felicidad laboral…en conclusión somos unas vacas infelices con carne dura y grasosa.
Pero no es nuestra culpa, la razón es la falta de felicidad laboral. Los países productivos, los llamados desarrollados, proveen a sus fieles trabajadores de hasta 45 días hábiles de vacaciones al año y jornadas laborales cortas. Aquí, de acuerdo con el art. 76 de la ley federal del trabajo, por el primer año de trabajo se tiene derecho a seis días de vacaciones. Durante los siguientes años aumentará dos días cada año hasta llegar a 12 días de vacaciones. Asimismo, por cada cinco años adicionales laborados con el mismo patrón, el trabajador tiene derecho a dos días más de vacaciones.
Días de vacaciones según la Ley Federal del Trabajo
§Año 1: 6 días
§ Año 2: 8 días
§ Año 3: 10 días
§ Año 4: 12 días
§ De 5 a 9 años: 14 días
§ De 10 a 14 años: 16 días
§ De 15 a 19 años: 18 días
§ De 20 a 24 años: 20 días
§ De 25 a 29 años: 22 días
Si quisiéramos llegar a estándares europeos, tendríamos que trabajar cerca de 105 años para lograr 45 días libres, claro en la misma empresa, si no hay que volver a comenzar la cuenta. Y a todo esto hay añadir el antecedente escolar. En el caso de la UNAM, tenemos casi 4 meses de vacaciones al año, y así después de 5 años de alegría vacacional nos envían al aterrador mundo laboral donde nos esclavizaran por 1 año sin tener derecho a un solo día de vacaciones.
Llena de ilusiones incursioné en mi primer trabajo remunerado. Hoy no sé si la remuneración es la suficiente para poder decir que me siento satisfecha, si al final del día ni siquiera tengo tiempo o ganas de gastar esa remuneración. Si entro a trabajar a las 9 am y salgo a las 7 pm, el régimen no me deja tiempo para muchas actividades.
Bajo esta terrible circunstancia, he hecho todo lo posible por alargar mi tiempo libre y así gozar un poco a pesar de la tortura laboral. Y aunque bien me dijo mi hermana “si el trabajo fuera agradable, no nos pagarían por hacerlo”, yo discrepo. Si el trabajo no es agradable hay que mejorarlo.
Si bien mi experiencia es corta, mi creatividad es alta, así que ahí vienen mis sugerencias para evadir horas de trabajo:
Primero que nada hay que ser constantes y tener rutinas, medir el tiempo de la casa a la oficina y explotar cada segundo al máximo.
Todas las noches es necesario dejar listo el desayuno y la comida debidamente empaquetados y refrigerados para salir corriendo y no perder tiempo. Durante las horas de tráfico mañanero es posible comer en el coche. Pero su desayuno debe ser apto y preparado para comer en los altos, o en su defecto para ser comido en la oficina o transporte público. Es importante resaltar que esto no aplica para el maquillaje. Es mejor no usar nada que poner en riesgo nuestras vidas, ya sea por accidente vial o por que se topen con alguien como yo que esté en contra de eso y las quiera matar por entorpecer más el tráfico quitándome valiosos minutos de vida sin trabajo.
Siempre hay que llegar al límite, si la tolerancia es de 15 minutos hay que utilizarla. Los que nos hacen checar por lo general no pagan horas extra así que hay que maximizar la tolerancia.
Con este estilo de vida es más que necesario tener cepillo de dientes en la oficina, no deje para la casa cualquier cosa que pueda hacer una vez habiendo checado a las 9:14 am.
Encuentre una actividad para la hora de comida, y coma en su tiempo de trabajo (es importante contar con alimentos inodoros y que no llamen la atención). La hora de comida no nos la pagan y no hay que gastarla…regresamos al punto “hay que hacer en la oficina todo lo que sea posible para tener tiempo libre más tarde”.
Después del trabajo busque actividades cercanas que le permitan librarse del trafico hasta horas más adecuadas, todo el tiempo en el transporte no está incluido en el cheque… ¡no pierda su tiempo!
Finalmente durante las horas de trabajo tenga claro que la productividad no paga (y como se ha repetido muchas veces en este blog y en la vida misma: la excelencia se castiga). No avise si ya terminó el trabajo del día, dé siempre señales de estar trabajando arduamente, aún si esta procrastinando en blogs o redes sociales. Es muy importante que produzca su trabajo lo más rápido posible para poder dedicar su día a otras tareas como leer libros en la computadora, en formato pdf por supuesto, aprender nuevos idiomas en audio libros o por internet, o desarrollar nuevas habilidades; pero eso si, siempre debe parecer que usted está trabajando.
Para que los compañeros de los alrededores no sospechen, siempre quéjese de la cantidad de trabajo, de vez en cuando quédese unos minutos tarde para que parezca que las horas no alcanzan y que no le asignen más labores.
Es fundamental que en los 40 minutos de trabajo real haga todo a la perfección para evitar la fatiga de volver a hacerlo.
Si bien un horario más justo y vacaciones nos harían más productivos, le ley no parece cambiar. Si este humilde blog colaboró con el regreso de los Honey Smaks, todo es posible. Exijamos más vacaciones y horarios que nos permitan ser vacas más felices.
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