En mi afán de bajar de peso, sin hacer dieta, sin hacer ejercicio y sin dejar mis principales adicciones como el chocolate, el helado y los Honey Smacks, y en esta temporada de calor el helado con café, decidí ir al nutriologo. El diagnóstico fue rotundo y devastador: No solo he ganado peso, he perdido altura!!!!
Fue casí como si me hubieran diagnosticado alguna enfermedad terminal. Salí al borde del llanto de consultorio y corri a refugiarme en un tazón tamaño fuente de Honey Smacks, en su versión genérica Croc Bizz, con medio litro de leche, desnatada, por supuesto.
El mismo día decisí hacer algo por mi vida y empezar a correr...detras de una chuleta! Llevo una semana y empiezan a verse los resultados: estoy cansada todo el día, me da más hambre, y empiezo a ser aún más intolerante ante las bellas y esculturales perras que pululan por esta ciudad.
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