Siguiendo con el tema de las salchichas, entre todas las cosas que nos perecen extrañas de la cultura Alemana, es la total carencia de complejos ante la desnudez. La semana pasada, la Pareja y yo, después de una larga sesión de ejercicio, seguida por un largo rato de retozo en la alberca, decidimos entrar al sauna. Se nos hizo fácil entrar tal como salimos de la alberca a una de las múltiples salas que estabas desocupadas. Dos minutos después entró un tremendo Alemanote de dos metros de altura, tatuajes, tetillas perforadas y totalmente encuerétaros. Pareja y yo, pasmadas, dirigimos nuestras miradas al techo. Minutos después, un chino de sólo metro y medio, igualmente despelotado entró al sauna. Comenzamos a tener sospechas de habernos equivocado de sala, pero decidimos seguir ahí, mirando al techo. Poco después un tercer personaje, tan desnudo como los otros entró al recinto. Ese fue el acabóse! Este tercer individuo, se atrevió a decirnos que es lo que estaba mal, no es que nos hubiésemos equivocado de sauna y entrado a la de hombres, no, lo que sucedió es que nos equivocamos de sauna y entramos a la de "FKK", es decir a la de nudistas, y muy severamente nos encomendó despojarnos de nuestras prendas y nuestro pudor o salirnos de aquel lugar. Ante tan inusual petición, Pareja y yo no pudimos más que correr despavoridas hacia un lugar donde la desnudez no fuera la regla. Nunca nos habían echado de un lugar por estar demasiado vestidas. Afortunadamente, de donde venimos aun prevalece la sabia creencia de que "todo lo que tapa ayuda".
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