10 diciembre, 2007

Feliz Navidad


Ninguna época es tan especial y emotiva como la temporada navideña. Durante esta temporada los mejores sentimientos salen a relucir, los amigos son más amigos, las familias se unen en torno a las celebraciones. En las calles se respira tranquilidad, no hay más tránsito vehicular ni congestionamientos en los centros comerciales, la gente no espera ansiosamente recibir regalos en los intercambios de la oficina, ni se disgusta al recibir de aquel compañero a quien no conoce y con quien nunca ha hablado un regalo que nunca había querido. En la ciudad no aumenta exponencialmente el consumo de energía eléctrica, debido a los espectaculares adornos navideños, que en contadas ocasiones resultan un poquito exagerados, ni aumentan los niveles de contaminación atmosférica debido a los cuetes y la quema de llantas en las zonas periféricas de la ciudad.

En Navidad todo es mejor, por eso me alegra que desde octubre, toda la ciudad, las tiendas, los comercios, los medios de comunicación, todo, todo, este promoviendo y rememorando el sentido de la Navidad. Desde octubre, los escaparates de las tiendas mostraban sus más festivos motivos como Santa Claus en atuendo de futbolista, o montando una moto Harley Davidson. También encuentro encantador a todos aquellos vendedores, comerciantes, y demostradores disfrazados de Santa, Santa azul, Santa verde, Santa en minifalda, sin ningún complejo. Adoro el efecto que pueden tener los muñecos de nieve, pingüinos, renos y osos polares sobre ánimo festivo de la gente.

Así que, en conclusión, siempre debería ser Navidad. Las casas, oficinas y comercios deberían estar eternamente decorados con foquitos de colores. Santa Claus siempre debería estar presente alegrando nuestros corazones. En Halloween deberíamos disfrazar de Santa a las calabazas, en el aniversario de la Independencia de México deberíamos disfrazar a los héroes patrios de Santa. En el día del amor deberíamos disfrazar a Santa de querubín, en el día del Natalicio de Benito Juárez, lo podríamos disfrazar de Santa, o a Santa de Juárez. Y lo más importante, y que da un gran sentido al todo esta temporada deberían darnos aguinaldo todo el año!!!!!

Nota: las opiniones expresadas en este post son responsabilidad del autor y no reflejan los sentimientos navideños de este blog

2 comentarios:

Aline dijo...

Grinch!

Josemaría Camacho dijo...

Otra cosa encantadora de la Navidad en México es que podemos soñar con nieve. ¿Por qué no el Santa Clos ecuatoriano (osea, de las zonas ecuatoriales) no anda en ropa más ligera? ¿Dónde está la nieve?

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