Hace más de un mes que no actualizo el blog. Pero hay una importante razón: soy un ser de odio. Pensé que si descargaba todo mi odio y todas mis quejas en este espacio corría el riesgo de perder a mis 4 lectores. Pero como me lo hizo saber uno de estos lectores a través de Twitter, corro el mismo riesgo si no escribo. Así que, a manera de catarsis, volcaré aquí toda mi furia y todos mis tormentos. Cabe señalar que no me refiero a la acepción hipocrática del término -la expulsión de los malos “humores” corporales-, sino en el sentido pitagórico, en el que la catarsis libera al alma de sus tensiones y deriva hacia un estado de armonía y equilibrio.
1. Odio a la gente que vino al mundo solo a estorbar el paso en la calle. ¡Muévanse por favor!
2. Odio a las masas. Siempre son feas, malas peligrosas y resentidas.
3. Odio a la gente que en el transporte público no deja salir antes de entrar.
4. Odio a las personas que bloquean el carril de las bicicletas.
5. Odio a los que se creen el centro del universo y se dan el lujo de someter a los demás a su limitado criterio.
6. Odio el mal servicio al cliente, telefónico, por internet, in situ, especialmente el de los bancos, compañías de teléfono y oficinas gubernamentales.
7. Odio a los que se cortan las uñas en la oficina. Me dan ganas de cortarles los dedos con todo y uñas para que no me vuelvan a molestar.
8. Odio que pasen la aspiradora mientras intento trabajar, ¡prefiero trabajar entre la basura pero cállense por el amor de Dios!
9. Odio las medias blancas y las de color ala de mosca, mucho más si hay pelo debajo.
10. Odio a los vendedores y taxistas que nunca tienen cambio.
11. Odio la impresora de mi oficina, la de cada oficina en la que he trabajado.
12. Odio cuando en la tintorería, zapatería o cualquier otro establecimiento comercial te dicen que tu prenda, zapato o pedido va a estar listo en una fecha y no lo está.
13. Odio a los meseros incompetentes o lentos, y más cuando tengo hambre.
14. Odio a quienes creen que opinar es una obligación aunque no tengan idea de nada. Es preferible quedarse callado y pareces idiota que abrir la boca y evidenciarlo.
15. Odio a la gente estridente, que habla por teléfono para que todos se enteren de sus tragedias, que se dirige a grito pelado a sus compañeros de oficina, que causa ruido hasta con su forma de vestir, que no teme hacer uso de claxon, que tiene que demostrar su existencia con el ruido.
16. Odio el abuso de autoridad, tanto como la falta de ella cuando se necesita.
17. Odio las restricciones a internet en la computadora del trabajo.
18. Odio la corrupción y los abusos.
19. Odio los endulcolorantes artificiales y todos los productos light.
20. Odio todas las festividades del tipo día del amor, del niño, de la madre, del padre, de la mujer (que suele hacer referencia únicamente a las que además son madres y sindicalizadas y por tanto son las únicas que tiene día libre), y todas aquellas fechas que ameritan comprar un regalo sin que se traduzcan en un día libre.
21. Odio las muestras públicas de afecto y a la gente que usa las redes sociales para demostrar su amor a la pareja... get a room for Christ's sake!
22. Odio a la gente que escupe en la calle ¿que se creen? ¿Una maldita llama?
23. Odio que alguien diga “hueles a suegro” y los que dicen ¿y tú para cuando sales?
24. Odio a los viene-viene.
25. Odio a la gente que no respeta el tiempo de los demás, especialmente si no respetan mi tiempo.
26. Odio los anuncios de Suerox con los niños hablando como señores, o los comerciales de Play Station con protagonistas cuerpo de adulto-cara de bebe.
27. Odio el fútbol.
28. Odio a la gente pretenciosa.
29. Odio a los que piensan que “porque lo digo yo” es un argumento válido en una discusión.
30. Odio la doble moral.
31. Odio la gente pone cosas que me valen madres en Facebook, de hecho odio a mucha gente en facebook que no se por qué acepté como amigo.
32. Odio la gente que no es original.
33. Odio a la gente que maltrata animales, pero más a la gente que trata a las personas como animales.
34. Odio a la gente mala, especialmente cuando no puedo distinguir si es maldad pura, o pura estupidez.
35. Odio a los que se ríen de un chiste sin gracia sólo por quedar bien.
36. Odio a los hombres que se refieren a su esposa como mi señora o vieja o la dueña de mis quincenas.
37. Locutores tipo Toño Esquinca, Mariano “el Comunicador”, los de la nueva amor y el Panda show internacional. Odio a toda la gente que habla a esos programas a ventilar sus problemas y odio a todos los taxistas que me obligan a escucharlo.
38. Odio las sirenas de las patrullas y las ambulancias.
39. Odio a todas las mujeres que desprestigian al género: las chillonas, las chantajistas, las que se hacen pasar por tontas e indefensas para obtener favores, las trepadoras, las que tratan mal a los jóvenes inocentes y de buen corazón, las que boicotean a otras mujeres para seguir siendo las únicas privilegiadas, las que usan el sexo como herramienta de ascenso laboral, las que se pintan retratos de sus hijos en las uñas, las moscas muertas, las que sienten que darse a respetar es ser una moralina frígida, a las que se convierten en simples apéndices de sus hijos, las que se toman fotos como de calendario de mecánico para ponerlas como foto de perfil de Facebook.
40. Odio a las personas que no tienen sentido del humor, y a los que no entienden la ironía.
41. Odio a las personas con cara de huele pedos, si, esas que se sienten superiores.
42. Odio a los tipos que se acomplejan ante una mujer más alta que ellos. A esos pelmazos que afirman “yo tenía una novia de mi tamaño, pero no la dejaba usar tacones. ¿y tu como le haces?” - Yo he salido con chaparros, pero no con acomplejados.
43. Odio planchar mi ropa.
44. Odio a la gente conflictiva. A los que si no tienen problemas se los inventa.
45. Odio no tener un lugar para dormir una siesta en el trabajo.
46. Odio la música de bodas.
47. Odio las marchas que desquician la ciudad cada tercer día.
48. Odio a la gente inoportuna y a la que nunca va al punto.
49. Odio a la gente que miente y que juega con los sentimientos de los demás. Siempre es peor descubrir una mentira que saber la verdad por devastadora que sea.
50. Los titulares y fotografías de pasquines de poca monta como el Gráfico, el Alarma, El Alerta. Odio más que los titulares de los periódicos “serios” como el Reforma o El Universal se vayan pareciendo cada día más a los alarmistas.
51. Odio que suene el celular de alguien en el cine, en una junta, en una iglesia, en una conferencia, cuando alguien está dando una clase. ¡¿Quién te va a llamar pobre diablo?!
52. Odio a la gente que se las da de tolerante, progre, liberal y diversa, pero es incapaz de aceptar a cualquiera que no sea tan tolerante, progre, liberal y diverso como ella.
53. Odio las crudas de cigarro y el aroma de los ceniceros
54. Odio los domingos por la tarde y los lunes por la mañana.
55. Odio a los conductores que se paran en el paso de peatones.
Espero que alguien haya terminado de leer mi lista de quejas, y que alguien vuelva a entrar a este blog después de esta entrada. Yo me siento librada después de tomarme todo un día de trabajo para sacar las razones de mi odio. Gracias a mi grupo de apoyo de los "jueves de odio": Daniela, Jesús, Bárbara y Gonzalo y los otros que no leerán este post. Gracias a Marta por aguantar mi odio durante toda la vida.
Y justo me acabo de acordar que no es la primera vez que me quejo, y no perdí lectores: http://trendyprocrastinators.blogspot.com/search?q=las+cosas+que+odio
15 comentarios:
Yo también odio muchas de esas cosas que pones, en las que algunos de los puntos se resumen en egoísmo y falta de civilidad. ¿Qué pasa con eso? ¿Por qué la gente cree que el espacio público es la sala de su casa? ¿Qué paso con el buen gusto?
En fin. Qué bueno que escribes.
Un día de la semana pasada, durante la clase de 7, un dude que estaba sentado en la banca de atrás de mi se estaba cortando las uñas. Yo no quería voltear pero fue inevitable! Cuando me di cuenta de que mis sospechas eran ciertas golpee mi cabeza contra la paleta para evitar escuchar el clic clic de sus alicatas. Funcionó, no escuche más clics. Lo que si escuché fue el momento en que le decía al dude de junto a el "verga, este güey tiene pedos".
Mudese a Suecia!
Jajaja! Por supuesto comparto mucho de tu odio. Ahora, te falta poner arriba a la gente como yo que decimos que saliendo del DF está mejor todo. No tan lejos como el anónimo dice, pero si, fuera de aquí se quitan muchos de esos odios. Creo que soy de esos que odias que no se pueden quedar sin dar su opinión, demonios, pero no me odies tanto!
Xavier, te odiaría más por vegetariano, pero en realidad eso a mí no me afecta.
Anónimo, estoy seguro que en Suecia encontraría gente igualmente molesta. Tal vez no escupan,o sepan usar el transporte público, pero tendrán cosas que no pueda soportar...Tal vez debería mudarme a una casita en la pradera, a una caverna o a vivir bajo una piedra.
Yo odio a los tipos que se sienten galanes y que creen que por eso todo mundo les tiene que rendir pleitesía.
Odio que la gente no haga su trabajo ni te deje hacer el tuyo.
Odio que la gente se quiera aprovechar de las personas buenas.
Odio a los pitufos y odio las pitufresas.
Supremo post. Odio todo lo que tú odias.
Si no fueras asi, no serías tu!!! También odio muchas cosas que tu odias, creo que casi todo... con excepción de expresarle amor a alguien por el feisbu! jajaja (si, me quedó el saco, pero no me odies!)
Me recuerdas al pitufo gruñon.
Yo odio a los pinches quejosos.
jejejje
Caaaaamiiii:
Odio la mayor parte de las cosas que odio, algunas con menor intensidad y otras tal vez con más. Soy también miembro de algunas categorías de gente que odias, pero yo sé que en paquete (y te imaginé diciendo: mmmhhh paquete... jajaja) me odias menos de lo que me quieres. Y yo obviamente te quiero aún más y te extraño mucho aquí en la burbuja que me he construido.
Besos y abrazos mil.
Rafa
No puede ser que exista esta mamada!!!
las que se pintan retratos de sus hijos en las uñas.
Yo añadiría que odio recargar mi puto celular a diario, odio tener que bañarme, odio tener que seguir lidiando con la escrupulosa burocracia mexicana, odio no poder dedicarme a escribir invitaciones de fiestas estupidas/rascarme la panza/echar pelos.
Pero sobre todo apoyo tu odio hacia las pendejas mujeres que sólo causan verguenza para el género ya bastantemente desvirtuado.
pero a ti te amo, llevame a Huatulco
Mi queridísima hater ... Levantaste al gallinero! Y te desahogaste! Senda catársis!!
Yo comparto tus odios ... todos ... por algo somos amigas ... 51) odio (y temo) a las cucarachas que me asaltan en cada rincón del Soconusco ... pero últimamente -lo que más odio- es 52) sentarme en la silla que alguien calentó o sudó con su derriere! Y sucede muy seguido en estos lares carajou!
Ok... Estas "llenadiodio". y sí, en efecto, es odioso lo que dodias...
Pero dime ¿no odias también a las idiotas que tienen blogs exitosísimos y entretenidídimos y luego dejan e actualizarlos por dos años??? Yo sí las odios.. y por eso cambiaré esa situación muy pronto.
Pues yo odio que no me mencionaras en tus jueves haters... buah!!!
Nuria, claramente me refiero a "y los otros que no leerán este post" Eso te incluye. en tanto no sabía que lo leerías. Y de hecho lo lees con bastante retraso, así que no odie!
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