La primera vez que me crucé con un libro de McEwan fue cortesía de un completo desconocido, quién, tras notar que miraba fijamente su libro en un Pub Irlandés de la Condesa, tuvo la increíble gentileza de obsequiármelo, cabe señalar, sin pedir nada a cambio. Una de las mejores cosas, si no la mejor, que he sacado de un bar (porque a Chispa lo saqué del Zócalo, al lado del asta bandera.) Esa misma noche empecé a leer "Expiación" y me convertí, de inmediato, en una fiel seguidora del autor. A esta novela siguieron muchas de su bibliografía, pero siempre recuerdo con más cariño el primero momento, uno de los tanto en los que he confiado en la bondad de los extraños. Para leer o participar en el chat hacer click aquí.
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