Después de un profundo análisis de la sociedad contemporánea buscando las causas de las fracturas sociales y de la imposibilidad de establecer relaciones afectivas duraderas en una buena parte de los individuos de mi generación he llegado a algunas conclusiones.
A diferencia de la generación de mis padres e incluso la de mis hermanos mayores, los jovenes de mi edad sienten aversión al compromiso. Este temor se manifiesta incluso en las relaciones más superfluas y en las transacciones comerciales básicas. Cuántas veces no hemos escuchado: “pásele joven, sin compromiso”, “quiere probar el queso Oaxaca joven, sin compromiso”, “pruebeselo damita, sin compromiso”.
Preocupada por esta situación y decidida a poner mi granito de arena para cambiar al mundo decidí comprometerme durante los próximos 12 meses con mis tarjetas de crédito. Osea, dentro de un año, todavía estaré pagando mis compras compulsivas de hoy. Si veo que el compromiso me sienta bien, tal vez empiece a hacer compras a 24 meses, o 48, lo cual sin duda rebasa por mucho la duración de mis relaciones previas. Me cae que estoy madurando.
4 comentarios:
Y sí, yo creo que destilas madurez en todas estas palabras. De grande quiero ser así de maduro, jejeje.
En fin, que se me antojó un poco de queso oaxaca, pero así, sin compromiso, jejeje.
Rafa
Hola, soy Agri. Pues nada que este trabajo mio ya me permite estos lujos de merodear en los blogs, y dado que el tuyo es muy bueno por aquí andaré, claro sin compromiso.
UUUyy!! Agri! Ojalá lo hubiras conocido cuando era bueno! Ahora esta en decadencia, por mi falta de compromiso con el!
Muchos saludos!!!
Yo estoy considerando sacar otra tarjeta de crédito para poder aventurarme a más oportunidades de meses sin intereses. Me gustan las emociones fuertes.
Y si todo sale mal y me endeudo pues huyo del país unos meses y cambio mi identidad, domicilio, etc. lo mismo que haría para huir de una boda, una pareja o una persona que se vuelve indeseable, porque eso es lo más correcto en esos casos, ¿o no?
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